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viernes, 29 de marzo de 2013

Mis primeros pasos con la escritura

Mis primeros pasos con la escritura
Esaú Cruz Francisco

INTRODUCCIÓN

Mi nombre es Esaú Cruz Francisco, nací el 26 de julio de 1986, en la comunidad de Raudal Nuevo (El Raudal) municipio de Álamo, Temapache, Ver., tengo 26 años de edad, soy el mayor  de una hermana y dos hermanos, desde hace dos años radico en la ciudad de Acayucan porque mi trabajo se encuentra cerca de este lugar, actualmente me desempeño como profesor atendiendo el grupo de segundo año en una escuela telesecundaria que se encuentra ubicada en la comunidad llamada El Juile municipio de Sayula de Alemán, también en el estado de Veracruz. 

Mis primeros estudios los realicé en el lugar donde nací, nunca fui un excelente estudiante sin embargo siempre me esforzaba por sacar buenas notas en la escuela. Me daba la impresión de que muchos de mis maestros pensaban que yo nunca llegaría a sobresalir en lo académico, y tal vez fue eso lo que me impulsó a querer destacar, aunque no ha sido fácil, pero es un reto que desde pequeño me  he propuesto.

El presente trabajo tiene la finalidad de mostrar el producto de final de un escrito que se estuvo realizando durante el curso de la Maestría en Educación Básica (impatida por la Universidad Pedagógica Veracruzana), en el módulo Laboratorio de Metodología de la Educación Básica Lenguaje y Comunicación; en el cual se ponen en práctica  habilidades para expresarnos de manera escrita, y es a través de esta biografía que se pretende recuperar mi experiencia como escritor en los diferentes ámbitos de mi vida. Desde el momento en que  tuve contacto por primera vez con el mundo de las letras, hasta llegar a formar parte fundamental para mi formación tanto académica como personal.

Así, de esta manera presento de forma general algunos contenidos que se abordan, tales como identificar quién soy como escritor, cuándo, cómo y con quiénes aprendí a escribir. Qué clase de textos he escrito a lo largo de mi vida personal y profesional. Cómo han cambiado mis prácticas escritas de estudiante a docente y docente a estudiante de la maestría y con la presencia de las Tic, que hoy en día son una herramienta fundamental para el quehacer educativo.

Reflexión sobre lo que quiero escribir en la actualidad, por qué y para quiénes, mi concepción de prácticas de escritura, cómo se relacionan mis experiencias letradas con mi concepción de enseñanza de la lengua en la escuela.

ACERCAMIENTO A LA ESCRITURA PERSONAL

Mi primer contacto con la escritura inicia cuando tenía cinco años, a esta edad fue cuando me inscribieron en el preescolar, aunque en realidad yo no sabía de qué  se trataba, simplemente sabía que debía de asistir todos los días, pero me gustaba, nos hacían dibujar, colorear, hacer rayitas, remarcar letras, recortar, nos leían cuentos, cantábamos, jugábamos, etc.; hacia cosas y, en ese momento, ignoraba por completo lo que estaba aprendiendo, fue un año lleno de nuevas experiencias todas estas muy agradables, porque empecé a socializarme con nuevos compañeros, conocí excelentes maestras y amigos con quienes hasta hoy en día todavía tengo contacto y en ocasiones recordamos viejos tiempos.

Al ingresar a la educación primaria esta relación con la escritura empezó a volverse más estrecha  y una práctica constante, al estar en contacto con nuevos libros los cuales contenían textos que en un principio no me decían nada, porque no sabía el significado de todo ese montón de símbolos plasmados en las hojas de papel y, en un principio, hasta me daba temor, pensaba: cómo era posible llegar a entender su significado, sobre todo porque había compañeros que ya sabían leer y yo no, eso me asustaba más. 

Sin embargo, con el transcurrir  del tiempo, con ayuda de mis maestros, quienes me enseñaron a leer y a escribir en la escuela, y a mis padres que en sus tiempos libres me enseñaban como debía agarrar el lápiz para escribir en mi cuaderno de doble raya, fue uno de los primeros que utilice, empecé a practicar caligrafía; un ejercicio muy común para los niños que apenas estábamos iniciando en ese proceso de lecto-escritura como se le llamaba en ese entonces.

Desde ese momento comencé a poner en práctica el uso de las letras y conocerlas de acuerdo a su sonido, para al fin formar palabras con un significado coherente, aprendí a darle un uso a ese montón de letras y números, en un principio tal vez de manera inconsciente, porque a decir verdad no recuerdo exactamente el momento en que pude escribir mi primera palabra, ni mucho menos en qué momento pude saber lo que me decían los textos escritos.

El nivel primaria fue uno de los más trascendentales en mi formación para que empezara a adquirir la habilidad de escribir, aunque en ocasiones solo fuera para copiar lecciones de los libros de texto, las anotaciones que el maestro realizaba  en el pizarrón o los dictados que nos hacían y claro lo poco que aprendí de  gramática y léxico, que no fue mucho desafortunadamente;, siempre tuve dificultades para poder tener una buena  ortografía y claridad en los escritos, sin embargo a lo largo de mi proceso formativo he ido tratando de mejorar en estas debilidades que presento, poniendo mucho cuidado en lo que escribo, la mayoría de las veces me valgo de la utilización de un diccionario o del internet que es una herramienta indispensable hoy en día, además de muy fácil y rápida para encontrar soluciones a casi cualquier problema.

Todos estos  conocimientos se reforzaron un poco durante la secundaria y posteriormente el bachillerato, etapas en las cuales la escritura estaba un poco  más enfocada ya a la comprensión e interpretación de textos, donde teníamos que  identificar los aspectos más importantes de alguna lectura. Empezamos a utilizar recursos para facilitarnos el estudio como los resúmenes, cuadros sinópticos, mapas conceptuales, otros escritos como informes, comentarios y en menor medida la elaboración de textos que requerían de mayor complejidad y estructura como son los ensayos, monografías.

Ya en la universidad la escritura paso a formar parte de una herramienta indispensable para la elaboración de productos con  redacciones que requerían de una mayor exigencia, y sobre todo en la elaboración del trabajo recepcional que implicaba la preparación de la tesis para obtener la titulación en este nivel, tarea que no fue nada fácil de realizar. 

Fue en este momento cuando empecé a relacionarme con los medios electrónicos en un principio no fue tan fácil puesto que cuando estuve en contacto con estas herramientas no tenía ni la menor idea de cómo utilizarlas, sin embargo con la práctica constante y además del gusto y el interés que siempre tuve hacia estas tecnologías me  sirvieron para adaptarme rápidamente  y siempre he tratado de estar a la vanguardia con el uso de los medios electrónicos, además que hoy en día son indispensables para casi todas las actividades humanas y el ámbito educativo no ha sido la excepción,  puesto que aquí también ya es necesario el uso de estas tic´s, ya que la mayoría de los documentos, archivos, o información son dados a conocer vía correo electrónico.

Y las formas de escribir también se van reinventando cada vez se van creando nuevos códigos para comunicarse, un sistema de escritura nada convencional pero entendible para quienes lo utilizan.      

De ahí que puedo decir que hoy en día tenemos la ventaja de contar con herramientas tecnológicas que nos proveen de lo necesario para desempeñarnos en esta actividad, claro siempre y cuando las utilicemos de manera responsable y honesta.

De esta manera la escritura se constituye en un elemento imprescindible en mi vida como estudiante, al encontrarme en constante interacción con la misma.

Por esta razón me propongo llevar a cabo algunas estrategias para fortalecer mis habilidades como escritor, en primera poner en práctica mi escritura a través de un registro de las actividades que realizo como estudiante de la Maestría en Educación Básica, cuidando cada detalle de todo lo que realice, en una bitácora analítica, esto será un hábito constante, que además de llevar los registros de las actividades que efectúo me permitirá refrescar la memoria cuando necesite recurrir a algún apunte de la clase, además que ayudará a estimular mi memoria, mi capacidad de retención.

CONCLUSIÓN

Mis prácticas de la escritura han ido cambiando desde el momento en que deje de ser estudiante para incorporarme a la docencia, antes escribía pero sin tomarle tanta importancia a lo que plasmaba en las hojas de papel, no tenía tanto cuidado en la ortografía, pero ahora trato de ser más consciente y coherente en lo que escribo, aunque no lo he logrado del todo, y de esto me estoy dando cuenta ahora que he vuelto a ser estudiante después de algunos años de no desempeñar este papel,  sin embargo aún sigo presentando muchas dificultades, la ventaja que tengo es que esta vez estoy tratando de ser  verdaderamente consciente de cuál es la utilidad de la escritura, para ponerla en práctica de manera eficaz en mi labor docente. 

Ahora  me doy cuenta de lo importante que es la escritura sobre todo para quienes nos encontramos en este ámbito educativo, por esta razón debemos de ejercitarla, utilizarla cotidianamente, que sea un hábito que forme parte de nuestro estilo de vida, dejarla fluir de manera natural, ya que es una forma más de  comunicarnos, y que como educadores debemos de implementar estrategias para fomentar en nuestros alumnos el gusto por escribir, no solo en la escuela sino que también lo puedan aplicar en cualquier ámbito en el que se encuentren.  

Debo reconocer que el uso del lenguaje escrito no ha sido uno de mis puntos fuertes en mi vida académica ni en lo personal, y que probablemente aún no he llegado a adquirir esta habilidad como un proceso natural de la comunicación y expresión humana, sin embargo tengo la confianza de que con el tiempo y sobretodo con la práctica constante lograré desarrollarla.

Algunas de las exigencias a las que nos enfrentamos como docentes son propiciar en las aulas contextos de interacción y uso del lenguaje que permitan a los estudiantes adquirir el conocimiento necesario para emplear textos orales y escritos, para fines verdaderos. 
Para que las prácticas sociales del lenguaje se conviertan en objetos de estudio en la escuela, los programas del campo formativo de Lenguaje y Comunicación establecen dos formas de trabajo en el aula: los proyectos didácticos y las actividades permanentes.

Es pertinente recordar que las prácticas sociales del lenguaje son las formas en que las personas se relacionan entre sí mediante el lenguaje: estas maneras de comunicarse, según su complejidad, implican la realización de una serie de actividades encaminadas a elaborar un producto de lenguaje, que generalmente tiene un uso social; entonces un proyecto didáctico implica también la realización de un conjunto de actividades secuenciadas, previamente planificadas por el docente, que están encaminadas a elaborar un producto del lenguaje.

Es aquí donde se ponen a prueba nuestras habilidades como docentes para diseñar y aplicar una serie de actividades que contribuyan a lograr el aprendizaje esperado.

Se pretende que los proyectos didácticos, al realizarse en la escuela procuren conservar la finalidad comunicativa, pero que además contengan un propósito didáctico, es decir que se realicen con el fin de que los alumnos conozcan y reflexionen acerca de distintos aspectos del lenguaje.

Para lograr todo esto es necesario proponer actividades que gusten e interesen al alumno, que no sean aburridas, motivarlos y mostrarles la importancia de la escritura no solo para la escuela, sino que además se den cuenta de cómo la pueden emplear en cualquier ámbito de su vida. 
Presentarles material adecuado a su edad, nunca imponerles nada por el contrario dejar que ellos se involucren proponiendo algunas actividades o acciones que quieran realizar, tomar en cuenta sus opiniones e inquietudes para que se sientan libres y la actividad les sea placentera.
Siempre debemos elogiar sus trabajos aunque no sean tan buenos, retroalimentar el proceso, esto servirá para motivarlos a seguir intentando mejorar su escritura y no provocar en ellos sentimientos de frustración, impotencia o desanimo en su aprendizaje, y se den cuenta que de cada error siempre se puede aprender.
Pero lo principal y considero lo más importante para motivar a escribir es predicar con el ejemplo, la mayoría de los alumnos aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan, tener a un modelo a seguir siempre será una buena motivación para que alguien se anime a tomar un lápiz y el papel para iniciar a escribir.

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