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viernes, 27 de septiembre de 2019

Una mañana con Neruda

Una mañana con Neruda 










Por Ma. Guadalupe Carrasco Morato

El ciclo escolar pasado surgió una propuesta de trabajo denominada “clubes”, en la que todas las escuelas de Educación Básica debían operar determinado número de ellos, con base en sus resultados de su cédula de madurez organizacional, con dicha propuesta surgió una convocatoria para que personas interesadas en el tema hiciera sus propuestas educativas al respecto, las cuales una vez entregadas, pasaban por un comité dictaminador y las que aprobaban eran subidas a una plataforma web de la Secretaría de Educación Básica y de cada estado con la finalidad de estar al alcance de las instituciones educativas.
En este sentido, todos los planteles de educación básica experimentaron el trabajo con esta modalidad, algunos con mejores resultados que otros, una crítica que siempre han hecho los docentes frente a grupo al Sistema Educativo Nacional es la manera en la que suelen hacer este tipo de propuestas, sobre todo porque la mayoría de las veces, si no es que siempre, se carece de capacitación, asesoramiento y seguimiento, por lo que cada escuela, cada docente terminan haciendo una interpretación personal y por lo tanto una transposición didáctica (Chevallard, 1992) del conocimiento.
A pesar de que los esfuerzos son aislados, existen docentes comprometidos con su labor, tal es el caso del Mtro. Artemio Ríos, coautor del club “poetas miméticos”. Desde el ciclo escolar pasado, ofreció lo que todos los maestros que hemos estado en grupo siempre hemos querido, una capacitación in situ, principalmente a todas las escuelas de su zona escolar y la invitación quedó abierta a todas aquellas que fueran a operar el club, esta iniciativa de capacitación incluso se proponía en los lineamientos institucionales de esta modalidad, pero una cosa son las propuestas y otra los hechos.
A partir del ciclo escolar 2019-2020, con el nuevo gobierno, en materia educativa se señala “se restablece la asignatura de tecnología en la educación secundaria (talleres), los clubes pueden coexistir con los talleres si lo decide el Consejo Técnico” (SEV,2019), en este sentido, tal como lo dice la cita anterior queda a consideración de cada colectivo docente, en caso de que decidan trabajar los clubes deberán considerar el 25% del 100% correspondiente al tiempo de autonomía curricular.
Probablemente la decisión de los colectivos parta de las experiencias que tuvieron el ciclo anterior, así como de la carga de trabajo con la que cuenten, a título personal considero que deberíamos hacer mayor consciencia para que las propuestas pedagógicas no sean un “borrón y cuenta nueva” en cada administración, sin embargo, reconozco que, si no se tiene la orientación adecuada en las escuelas, seguro no se encontrará una razón de peso para continuar con esta propuesta.
En este sentido, les quiero compartir la experiencia que tuve al observar la aplicación del club “Poetas miméticos” que realizó el maestro Artemio Ríos Rivera, en la Escuela Telesecundaria clave 30DTV1991W, ubicada en domicilio conocido, La Mancuerna, municipio de Tatatila, Veracruz el pasado miércoles 18 de septiembre del presente año.
El maestro llega a la escuela con mucha familiaridad pues no es un trabajo inicial, sino que lleva años trabajando con docentes, alumnos y padres de familia de dicha escuela, la docente del grupo de 2º ya lo espera pues es quien además de ser docente frente a grupo es la promotora escolar de lectura y escritura y por lo tanto la responsable del club en cuestión.
Antes de entrar de lleno a la actividad con los alumnos, el maestro Artemio charla con la maestra de grupo, con la finalidad de entrar en contexto, ella le comenta que trabajarán con 3 clubes: convivencia, matemáticas y poetas miméticos. Señala que aún no inician con las actividades pues el pasado desfile del 16 de septiembre les implicó invertir tiempo, situación que camino a la escuela íbamos platicando el Mtro. Artemio, la Mtra. Citlalli y una servidora, ¿valdría la pena preguntarse el costo pedagógico de este tipo de actividades?, no es que no sea nacionalista, pero es un buen tema para la reflexión.
Como ya lo mencioné anteriormente, a pesar de que la escuela no tenía contemplado iniciar el día de hoy, se hizo porque la presencia del maestro Artemio lo ameritó y como no hacerlo si para los docentes frente a grupo no hay mejor asesoría que un buen modelado. El día de hoy se trabajó con alumnos de 2º y 3º.
Cabe mencionar que estos alumnos ya trabajaron el ciclo pasado con este club, inclusive con el libro propuesto, sin embargo, no fue algo repetido, el argumento del maestro Artemio fue a través del siguiente cuestionamiento, ¿cuántas veces al día escuchas una canción?, los alumnos respondieron de manera diversa: “2 veces”, “4 veces”, uno de ellos dijo “20 veces”, ante las respuestas, el maestro hizo una analogía con los poemas, mencionando que los podemos leer las veces que sean necesarias.
El Mtro. menciona que nuevamente trabajarán con el libro “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” de Pablo Neruda, les pide que se enumeren, que cada uno tome un libro y que lean en silencio el poema que les tocó de acuerdo con la enumeración.
Los 21 alumnos se disponen a leer, la mayoría no hace una lectura totalmente interna, sino en voz baja, aun así, se escuchaban los murmullos de casi todos. Después de leer, el maestro Artemio les pregunta cuáles son las palabras desconocidas, los alumnos le van dictando, en ese momento un niño le dice “subito” a lo cual el docente ofrece un retroalimentación, le pregunta si esta palabra lleva tilde y en dónde, el niño responde que -sí, que la lleva en la “u”, el docente le ayuda a pronunciarla correctamente marcándole en donde hace énfasis la palabra diciendo “súbito”.
En ese momento presencié un ejercicio de corrección en público, el cual finalizó con el siguiente comentario por parte del Mtro. Artemio: “No tenemos que saberlo todo, ni entender todo, ni uno (refiriéndose a él mismo) lo sabe todo”. Considero que este tipo de comentarios ayudan a darle seguridad a nuestros estudiantes.
Posteriormente, entre todos revisaron los significados de las palabras desconocidas, de manera libre el alumno que así lo consideraba, levantaba la mano y expresaba lo que consideraba era el significado de alguna palabra, a veces mencionaba si tenía algún uso, o en qué contexto la había escuchado, en ocasiones el maestro Artemio les pedía que releyeran el fragmento del verso en donde estaba la palabra desconocida con la finalidad de complementar la comprensión. Este ejercicio nos permite conocer los saberes de los niños y a la vez promover la participación sin temor.
Para cerrar este ejercicio, el maestro menciona “individualmente teníamos muchas dudas, pero colectivamente lo sabíamos casi todo”.
La siguiente acción, el maestro Artemio la llama “recital poético”, la cual consiste en que cada alumno lee el poema que le tocó, uno a uno el Mtro., modela la lectura al releerlos, al notar inquieto al grupo, les propone que el poema 5 se lea en coro, lo cual forma un hermoso paisaje sonoro, a la par, hace una pausa para mostrarles un botón de Neruda que compró hace poco en una de las casas de autor, en Chile. 
En algunos versos, el maestro se detiene, los vuelve a leer y lanza una pregunta al grupo, ¿qué significa?, los niños dan su opinión. Asimismo, felicita pidiendo un aplauso para aquellos niños que han mejorado su lectura en voz alta, puedo decir que en general los 21 niños lo hacen muy bien dado que no es fácil leer poesía.
La siguiente consigna fue realizar una tarjeta de amistad, para lo cual el Mtro., les pidió copiar en su cuaderno el fragmento que más les haya gustado y revisar que lo hayan copiado bien y transcribir a una (ficha) que fungirá como tarjeta, el Mtro., indica que le pongan de quién, para quién, que la escribió Neruda y la localidad.
Algunos terminan más rápido que otros, algunos no saben a quién dedicarle la tarjeta mientras que otros lo tienen claro, el Mtro., indica que pueden decorar su tarjeta y que los que vayan terminando escriban un título personal al verso copiado.
Posteriormente cada uno lee el verso copiado que puso en su tarjeta, a algunos niños les da pena leerlo, otros no quieren decir para quién es, pero más de uno no logra esconder sus decoraciones de corazoncitos, ¿cómo no enamorarse de los versos de Neruda con estas actividades?
Posteriormente, a partir del título inventado, también inventan un poema que tenga relación con su título, el Mtro., les da tiempo para realizar este ejercicio y posteriormente pide a cada uno que lo lea al grupo, al final, los 21 alumnos tienen una creación original de un poema.
Se acerca el cierre de la jornada, los alumnos se muestran atentos y entusiasmados, el Mtro., les indica que las tareas son:
1.    Terminar el poema (ya que a algunos les pide que lo amplíen)
2.    Revisarlo (con apoyo de su maestra)
3.    Pasarlo en limpio
4.    Ilustrarlo
5.    Entregar
Se nota que los alumnos no quieren que termine la clase, antes esto ¿quién se atreve a decir que a los adolescentes no les gusta la poesía? La docente menciona que de esos 21 alumnos no a todos los tocará llevar el club en este trimestre, ya que, dado que solamente tienen el 25% del tiempo, lo tuvieron que organizar así, el Mtro. Artemio, la Mtra. Ciltlalli y yo nos despedimos mientras los chicos se quedan con la docente de grupo para establecer acuerdos.
            Finalmente, me quedo con una excelente experiencia al observar el asesoramiento in situ, considero que esta vivencia se acerca al modelo de asesoramiento colaborativo de Nieto, (2004) o quizá es más parecida a una lesson study (metodología japonesa de investigación y mejora de la práctica educativa), mi conclusión es que es algo nuevo, con estilo propio pero lo más importantes es que realmente acompaña al maestro de grupo en esta difícil pero maravillosa tarea que es la docencia.



FOTOS: Lu Morato

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