CUENTOS EN HARAPOS
Cuitláhuac Pascual
Viva el harapo señores
Y la mesa sin mantel
Viva el que huela a callejuela
A palabrota y taller
Silvio Rodríguez
Artemio es mi amigo, nos conocimos al inicio de los noventas del siglo pasado, haciendo teatro en Xalapa. Los dos éramos unos jóvenes soñadores entonces, ahora seguimos siendo soñadores como los jóvenes. Digo que somos amigos porque incluso tuvimos un conato de bronca en el entre acto de una función de Don Juan Tenorio, que se detuvo porque entró a separarnos Boris, el Director. Era casi obligado el tiro, él era Don Gonzalo, padre de Doña Inés y yo Don Juan. Amistad que no sobrevive un tiro no es amistad verdadera.
Artemio dejó de hacer teatro y se dedicó a sus otras pasiones. Siempre ha sido docente de jóvenes y maestro sin planes de dejar de serlo. La otra es la Literatura y Cristalazo y otras historias fuera del círculo de tiza es su última producción de relatos, viñetas y cuentos.
Libro que reúne gran parte de su creación en cuanto a prosa se refiere, aunque también tiene poesía publicada. En su último libro nos presenta 54 historias que nos llevan por los diversos temas y obsesiones del autor donde la mayoría de los personajes que los habitan son seres marginales, derrotados de antemano, quienes algunas veces aceptan su destino o se rebelan ante él. Entes que se mueven en la periferia sin acceder nunca al centro, sin proponérselo siquiera, soñarlo o intentarlo.
Varios de sus personajes se decidirán a hacer algo casi siempre después de terminado el cuento, inmediatamente después, dejando a los lectores concluirlo a su manera.
También aparecen en sus historias los jóvenes, enfrentándose al sistema autoritario que los somete, una máquina que los devora irremediablemente, amores platónicos, casi siempre imposibles. Muchachos soñando por la Revolución y el cambio; descubriendo de qué va la vida adulta, la vida, y aunque les lleve la chingada le tienen que entrar porque no hay de otra. Los toros por los cuernos.
Tampoco podrían faltar en esta compilación historias de relaciones de pareja fallidas en la mayoría de ellas, hombres y mujeres debatiéndose entre el desamor, el odio, la soledad y el hastío; confirmando la tesis que el amor en pareja es imposible en estos tiempos pospandémicos. Pero no por eso lo siguen intentando una y otra vez, las veces que sean necesarias, aunque ya sepan el final de antemano.
Los relatos están salpicados de humos negro, ácido, haciéndonos reír ante situaciones tan disímbolas como la de Pancho, que por tragón le da diarrea en casa ajena y que por no ir al baño se caga por la ventana… en la mañana se da cuenta de que su vida está terminada al ver la estela que dejó por su urgencia y la pena. La fealdad, lo grotesco, por encima de lo bello o lo sublime.
Al adentrarnos en el libro encontraremos a un amante de los libros en sentido literal, que los desea desde un plano erótico, como a una hermosa mujer que se ama y ansía, en el punto en que ya no hace falta decir nada, sólo estar junto el uno del otro, tocándose, oliendo el sándalo de su lomo, hurgando con sus manos entre las hojas. Personajes con doble moral que miden con diferente rasero la situación de acuerdo cómo les vaya en la feria, suicidas que no mueren, monstruos que se aman, conejos caníbales como metáfora de los seres humanos…
El libro pareciera el preámbulo o bases, antecedentes, preludio, para una novela de largo aliento que nos regalará el autor en un futuro. Pareciera que todos sus personajes y universos van sumando hechos y acontecimientos que sólo buscan un pretexto para encontrarse entre ellos y cerrar todas las historias juntas que me gustaría saber cómo terminan.
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