Registro de observación: Aprendiendo a leer y cantar poesía
Mariana Hoyos Rivera
El día 15 de febrero del 2023 se realizó una visita de la Estrategia de Asesoría y Acompañamiento a la Escuela de la Zona 77 de Telesecundarias en el Estado de Veracruz. Se trabajó sobre el programa de lectura y escritura en la Telesecundaria ubicada en Santa Cruz Tepozoteco del Municipio de Villa Aldama, para trabajar con un grupo de primer grado, 18 alumnos.
Al llegar, los alumnos estaban trabajando con la asignatura de Español, y nos mostraron un cartel ilustrativo que tenían pegado en una de las paredes del salón, se trataba de imágenes referentes a la lectura de la novela Los días de Lía de Edmeé Pardo.
Se preguntó a la maestra Erika, a cargo del grupo, la sugerencia de trabajo para el día de hoy; ella comentó que le gustaría continuar con la lectura de los libros de la colección de Kipatla, como se ha hecho en otras ocasiones. El maestro Artemio comentó que antes de la lectura, se haría una actividad más lúdica, que consistió en proyectar en pantalla un glosario ilustrado donde se revisaron palabras como yuca, malanga, esternón, lechón y demás. En algún momento se mostró un mapa para revisar las Islas de las Antillas, y otro para conocer Trinidad y Tobago y Portobelo en Brasil, se comentó acerca de la palabra timonel y por último se reviso un plano de las partes de la embarcación. También se comentó sobre los gentilicios, como antillanos, xalapeños y otros, quedó como pregunta ¿cuál sería el gentilicio de los habitantes de Santa Cruz Tepozoteco?
Antes de continuar con la actividad el promotor mencionó que algunas veces como adultos y también como jóvenes, no nos arriesgamos a hacer cosas por vergüenza y temor a equivocarnos, sin embargo, venimos a la escuela a aprender y tenemos el derecho de equivocarnos, por ende, debemos dejar de lado ese miedo y aventarnos a hacer cosas, esto lo dijo porque les había cuestionado si sabían cantar y si les gustaba hacerlo y se obtuvieron respuestas como que sí, no, o que les daba pena.
Como siguiente actividad, mostró el poema de Un son para niños Antillanos de Nicolás Guillén, en la pantalla y pidió que hicieran lectura individual para después hacer una lectura grupal, donde cada uno leía una estrofa. Como primera observación los alumnos identificaron que hay palabras que riman o se repiten, el maestro explicó que se escribe así con la intención de darle ritmo a la lectura. Luego se reprodujo la versión cantada del poema para que los alumnos la escucharan y siguieran la lectura como si fuera un karaoke. Durante la reproducción de dicha canción uno de los alumnos empezó a hacer la mímica de tocar la batería al ritmo de la melodía y el maestro le obsequió unas baquetas para que pudiera hacer “ruido” a la hora de cantar.
Los alumnos se sorprendieron cuando se les dijo que era su turno de cantar, al inicio solo se escuchaban cantos en voz baja y algunos no lo hacían, al notar esto, el profesor mostró el video donde había ilustraciones del poema hechos por otros alumnos de prescolar y aunque probablemente no sean los mejores dibujos, quienes lo hicieron no se pusieron a pensar si lo hacían bien o mal, simplemente lo hicieron. Al terminar la segunda ronda de canto, les cuestionó sobre si creían que era un poema infantil, ellos sin dudarlo dijeron que sí, así que empezó a analizarlo; encontrando como referencia la discriminación que se hace entre las personas blancas y negras. Después de esta explicación las y los alumnos notaron que el poema no era tan inocente como pensaban al inicio y se unieron más personas para cantar.
La propuesta fue que hicieran un barco de papel y si no sabían que le preguntaran al compañero de lado, la maestra repartió hojas de colores a cada uno. Al terminar, se continuo con la lectura del poema La Muralla, con la misma dinámica, lectura individual, lectura por tiempos en grupo y finalmente lectura por todos: alumnas(o) y maestras(o). Cuando tocó el turno a uno de los alumnos, éste no quería leer, argumentaba que le “fallaba” la vista, por lo que, como solución el promotor le dio zoom a la pantalla para que lo pudiera leer sin problema, pero el alumno se seguía resistiendo a hacerlo, después de algunos comentarios de apoyo empezó a leer en voz baja y después en voz alta, todos le dimos un aplauso para felicitarlo por haberlo hecho bien. La lectura y canto de este poema se dividió por partes que cantan las mujeres, otras los hombres y luego todos juntos, así se hizo varias veces y al final se mostró el video ilustrado. Para comprensión, se cuestionó al grupo ¿de qué trata el poema?; con comentarios los alumnos expresaron el hecho de que se hablaba de la oportunidad de que todos podemos crear una muralla (o algo) siempre que lo hagamos unidos, dejando de afuera las malas cosas e incluir las cosas buenas como “el corazón de amigo, la rosa y el clavel” …
Se nota una diferencia en las lecturas y cantos antes y después de la interpretación y explicación grupalmente, porque ya saben de lo que habla el autor, comprenden las metáforas y le dan sentido a lo que cantan.
Continuamos con el poema del mismo autor titulado Canción se leyó y se fue analizando grupalmente, por ejemplo, metáforas como:
En cambio, ¡qué espiritual que usted me brinde una rosa de su rosal principal!
Se hizo énfasis en esta parte, preguntando ¿Qué son las rosas? Y se escucharon respuestas como que son amor, amistad o abrazos. Los poemas, Mulata y Bares, del mismo autor, solo fueron leídos de manera gratuita, sin pedir nada a los alumnos, sólo leyeron y escucharon la lectura del promotor.
Después, se repartieron los libros de la segunda serie de la colección Kipatla, para leer en trinas, los alumnos escogieron con quién trabajar, así como el título para leer y comentar entre ellos. Se llegó la hora del receso, salieron a desayunar y regresaron al salón para continuar con la actividad, me sorprendió el hecho de que a pesar de que su maestra no les indicaba que ya era hora de ingresar y aún no se tocaba el timbre, los alumnos por sí solos regresaron al salón. El asesor comentó que como todos tenemos diferentes ritmos de trabajo sabía que algunos terminarían más rápido de leer que otros, así que les indicó que después de terminar la lectura comentarán de qué trataba, si les había gustado y la opinión que tenían acerca del cuento; sí después de eso todavía no terminaban los demás podían continuar escribiendo el registro del día de hoy, dándoles los puntos a considerar: título, nombre, qué hice hoy, cómo lo hice, qué aprendí y cómo me sentí. Así se trabajaba en actividades diferenciadas en el aula, para respetar el ritmo de lectura y aprendizaje de todos los alumnos.
Cuando todos terminaron se compartieron comentarios de la lectura que les había tocado con los demás y se hizo la recomendación del libro; los temas que abordan todos los cuentos son distintos tipos de discriminación, se hicieron algunos preguntas al grupo como ¿ustedes contratarían a una mujer embarazada?, unos respondieron que sí y otros que no, argumentando que si el trabajo implicaba cargar cosas pesadas o algún esfuerzo físico eso le podía afectar al bebé, otra alumna comentó que no la contrataría porque si era un trabajo de oficina le causaría estrés a la mamá y por ende afectaría al bebé, para concientizar sobre la situación y este tipo de respuestas, el promotor cuestionó que qué le causaría más estrés a la madre, el trabajo o no tener dinero para vivir, pagar renta o comer.
Se dio un espacio para que los alumnos salieran a despejarse y después continuar con el trabajo. Como siguiente actividad, los alumnos decorarían sus barcos de papel, con recortes; la maestra Erika imprimió ilustraciones representativas del poema que se leyó y cantó, pidió apoyo para recortar a quienes traían tijeras, en una mesa colocó todos los recortes y los alumnos pasaron a tomar las que quisieran colocar en sus barcos. Durante esto, uno de los alumnos le preguntó al maestro Artemio que cuántos años llevaba como escritor, él platicó que escribió su primer poema en la secundaría para su maestra de inglés, luego un himno para su escuela y así empezó como escritor, que todos podemos ser escritores e iniciar en la secundaria. Luego, también comentó, con el tiempo fue completando su formación más solida.
Como reflexión final me gustaría comentar que el trabajo de hoy fue productivo y los alumnos son un grupo que espera ansioso las visitas del promotor; sin embargo, él mismo comenta que, a veces se proyecta tanto en el trabajo mental de lectura y compresión que el trabajo es seguido y poco pausado, cansando un poco a los alumnos, ahora, nota con claridad la necesidad de darles espacios lúdicos a los alumnos para despejar su mente y continuar centrados en la actividad intelectual, se puede intercalar el trabajo manual y la actividad física para regresar a seguir leyendo y escribiendo.
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