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miércoles, 22 de agosto de 2018

AUTONOMÍA CURRICULAR: Club de los poetas miméticos.


Sobre la Autonomía Curricular, Sandra Ortiz Martínez y Artemio Ríos Rivera, diseñamos un club para secundaria, del ámbito: Ampliar la Formación Académica. 

En las siguientes ligas podrán leer el documento base y la vista previa del material del maestro.

En la tercera liga pueden entrar, seguir los cuadros de diálogo, iniciar sesión como usuarios o usuarios invitados y acceder a todo el documento para el docente.


https://app.sev.gob.mx/Basica/Clubes/Upload/Archivo/b0058af26f1c0c93e3641030d7432f30-DocumentoBase.pdf

https://app.sev.gob.mx/Basica/Clubes/Upload/Archivo/0e67236461f83766e936f86b2275c591-VistaPrevia.pdf



https://www.sev.gob.mx/educacion-basica/autonomia-curricular/#!/detalle

miércoles, 1 de agosto de 2018

Cómo aprendí a construir mi propia voz





Cómo aprendí a construir mi propia voz*

Mariana Hoyos Rivera**

Si le preguntamos a un maestro la forma en que se debe enseñar a un grupo de alumnos, posiblemente nos hable de muchas estrategias y desde luego todas serán para que el estudiante comprenda el conocimiento que se le está brindando, para después usarlo correctamente. Pero ¿qué pasa cuando a un docente le cuesta trabajo explicar un tema?  Claro, los asesores deben de cambiar de estrategia para que este chico entienda mejor el tema. Eso fue algo por lo que tuvieron que pasar Artemio Ríos y su esposa Sandra Ortiz.

Cuando a mí me dijeron que en la escuela telesecundaria de Mesa de la Yerba, “Leona Vicario Fernández”, tendríamos una asesoría de taller de lectura y escritura, me pareció muy aburrido porque creí que sólo me iban a poner a leer y luego hacer un tipo de resumen. Mi sorpresa fue cuando el maestro hizo su primera visita.

El día 28 de agosto de 2015 el maestro Artemio Ríos Rivera visitó la escuela por primera vez. Lo primero que hicimos fue leer poemas, algunos de los autores eran: Rosario Castellanos, Nicolás Guillén, Jaime Sabines y Efraín Huerta.

Posteriormente él nos prestó libros y revistas para leer. Cuando terminamos el maestro enseñó cómo parafrasear un texto, en este caso fue de lo que cada quien había leído. A todos nos revisó nuestro escrito. Luego nos platicó sobre qué era la discriminación por apariencia. Llegó la hora de salida, él se retiró y nosotros nos quedamos haciendo un registro de todo lo que habíamos hecho ese día y después cada quien se fue a su casa.

Para ser la primera clase no fue aburrida, al contrario me pareció interesante. Todas las clases fueron diferentes ya que realizábamos distintas actividades y en algunas asistía la maestra Sandra. Revisamos trabajos, leímos libros, poemas, dichos y cuentos entre todos. Realizamos resúmenes, reseñas, un texto de divulgación científica, entendimos poemas y aprendimos a coevaluar. La evidencia de esas actividades fue el libro Flor de varia escritura.

El año siguiente leímos e hicimos odas, fábulas, poemas, adivinanzas, poemínimos y estampas de bestias. Para mí este año fue el que más me gustó, aunque algunas clases sólo revisábamos textos y era un poco cansado, aún así ese año fue el de más experiencia. Al final se escogieron algunos de los trabajos para incorporarlos en la publicación del libro que hoy presentamos: Construir nuestra voz.

Mis experiencias con la publicación de los dos libros no son nada parecidas ya que en la primera, en el libro Flor de varia escritura, siento que mi participación fue poco reflexiva, no le di mucha importancia a la publicación ni a todo ese esfuerzo que cada uno había realizado, pero supe que había valido la pena el día de la presentación en mi comunidad. Ese día a mí me tocaba exponer mi experiencia y mi mamá y hermanos estaban ahí, cuando terminó todo yo le entregué un ejemplar del libro a mi mamá. Ella se emocionó mucho al ver mi nombre escrito ahí en mis trabajos, me abrazó y felicitó al igual que mis hermanos.
 
Sin embargo, la siguiente publicación del libro Construir nuestra voz. Estrategias y evidencias de lectura y escritura fue una gran experiencia significativa para mí, colaboré con mucho más entusiasmo y puse más empeño en mis trabajos, pero también fue una actividad muy cansada porque me estresaba mucho cuando no me salían bien las cosas. 

Al igual me tocó participar en la presentación de este nuevo libro con otros dos compañeros, Héctor y Cristian. Yo platiqué sobre todo lo que había pasado para que algunos de mis trabajos estuvieran incluidos en este libro, ya que sólo se habían escogido los mejores textos porque el maestro había trabajado en dos escuelas más y no había suficiente espacio para publicar todos los escritos. Al final de la presentación, igualmente, le di un ejemplar del libro a mi mamá. Ella les leyó a mis hermanos pequeños mi estampa de bestia, que se llama “Jiragar”, que es una cruza entre una jirafa y una garza. Después, ellos me preguntaron si en verdad ese animal existía, yo no quería romper sus ilusiones, así que les dije que sí e inventé más historias sobre ese animal. Hasta hoy ellos siguen creyendo que esa bestia es real.

Gracias a cosas como estas me he dado cuenta que lo que me enseñaron los asesores me ha sido de ayuda y lo he puesto en práctica.

Lo que más admiro de los asesores son las estrategias que utilizaron para que todos aprendiéramos por igual; la manera en que se preocupaban porque todos comprendiéramos lo que estábamos leyendo. Muchas veces, cuando asistimos a la escuela nos damos cuenta de que algunos asesores les ponen más atención a los alumnos con mayor avance y dejan de lado a los que necesitan apoyo para entender algunos temas. Pero este no fue el caso en la telesecundaria “Leona Vicario Fernández”, los asesores nos facilitaron el aprendizaje y el conocimiento en el taller de lectura y escritura. Lo que me sorprendió es que cuando se daban cuenta de que algún alumno requería apoyo para entender algún tema, ellos buscaban estrategias para que ese alumno comprendiera.

Nos enseñaron desde cómo usar un diccionario hasta realizar textos con buena redacción, ortografía y presentación, con oraciones claras y lógicas. Me dieron las armas suficientes para hoy comprender lo que estoy leyendo y poder decir que sé hacer un resumen, una paráfrasis, un texto de divulgación científica, un poema, una oda, una fábula o un cuento, todos con ideas propias porque lo que en verdad importa en cualquier texto es la originalidad. 

Además, con estas presentaciones he aprendido a expresar mis propias ideas, exponer un tema ante el público, hablar sobre mi misma y redactar mis experiencias. Con esto puedo decir que he aprendido a construir mi propia voz.








*Texto leído en la 29ª Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa 2018 el Miércoles 1o de Agosto. Salón de Actos del Colegio Preparatorio de Xalapa. En la presentación del libro: "Construir nuestra voz. Estrategias y evidencias de lectura y escritura" de Sandra Ortiz y Artemio Ríos.

     **Marina Hoyos Rivera tiene 16 años. Estudió la telesecundaria en la escuela Leona Vicario de la comunidad de Mesa de la Yerba. Actualmente estudia el telebachillerato en la comunidad de Acajete, Ver. En el libro Flor de varia escritura. Textos escolares de la editorial Cisnegro, publicado en 2016, participó como autora de tres textos. En Construir nuestra voz: estrategias y evidencias de lectura y escritura, publicado por la misma editorial en 2017, participa con dos textos. Así mismo ha tenido la responsabilidad de representar a su escuela y compañeros en los siguientes eventos: Presentación del libro Flor de varia escritura, realizada en la comunidad de Mesa de la Yerba, Acajete, Ver. 21 de junio de 2016. Presentación del libro Construir nuestra voz. Estrategias y evidencias de lectura y escritura, realizada en la comunidad de Mesa de la Yerba, Acajete, Ver. 21 de noviembre de 2017.