Translate

viernes, 21 de mayo de 2010

Curso Estatal: Uso diddáctico de las TIC para Maestros de Educación Básica


Docentes de Telesecundarias, Zona 17, Sector 21. Banderilla, Veracruz, México

jueves, 20 de mayo de 2010

DE HADAS Y LIBROS

Soy un hombre que ha sobrepasado la juventud, es decir, me puedo considerar una persona madura si de cuestiones cronológicas estamos hablando; si se tratara de asuntos emocionales o intelectuales, entonces… habría que discutir mi madurez, pero no es el caso, no hoy. A pesar de la edad muchas veces sueño despierto: sacarme la lotería, viajar en primera clase, ser un héroe sin derrochar esfuerzos, ganar un premio literario sin escribir, en fin. Cuando recuerdo mis lecturas infantiles o cuando cuento chistes de mal gusto hablo de lámparas y genios que cumplen mil deseos. Pero los cuentos de princesas y hadas bienhechoras me resultan insípidos y aburridos, aunque los tolero, me desprejuicio y los disfruto, cuando se los leo a mis sobrinitos o mi pequeña hija los cuenta para mí. Entonces, nuevamente sueño con los ojos abiertos. A la sazón pierdo objetividad y pienso que si tuviera un Hada le pediría que alimentara mi memoria corporal. Que me hiciera recordar, no vagamente —como lo hago ahora—, algunos libros que he leído, que vinieran a la memoria de mi piel todos los textos impresos que he tocado alguna vez; los rollos de papel o legajos de hojas compaginadas que en alguna ocasión han disfrutado su estancia entre mis manos, ante mis ojos.

A una hechicera blanca le pediría que me hiciera sentir, por siempre entre mis dedos, la textura de las publicaciones, la variable dureza de las pastas, los cortes redondeados de formas refinadas, los forros y solapas; los rectos y filosos ángulos que delimitan sus tamaños. Solicitaría el milagro de que pudiera decir, en la más profunda oscuridad, en la más sola soledad en medio del bullicio masivo, al tomar un libro entre mis dedos: son las memorias de Neruda o García Márquez, es un libro de caballería de Ítalo Calvino o estoy En brazos de una mujer madura.

Recordar, letra a letra, como en lenguaje braile, la dócil textura de la palabra impresa, su maleable hipnotismo, el tamaño de párrafos y frases, apenas insinuados en la huella bordeada de la imprenta, de la fresca impresión de trozos de papiro y de memoria. Saborear colores, reconocer ilustraciones con sólo ponerles el escáner de mis dactilares, eso le pediría al Hada bienechora de mis sueños, de mis desvelos, de mis fantasías más caras.

Si tuviera yo un Hada le pediría que reforzara la fidelidad de mi memoria corporal para poder hablar contigo, replicarte palabra por palabra el discurso que anuncias, para nunca olvidar cómo te abro, cómo te siento, cómo recorro (en la penumbra del placer y del deseo) el tenue lenguaje de tus formas, la consistencia de la materia que te hace, las invenciones impresas en tu dermis, las historias que recorren el surco de tus palmas, las remembranzas que la experiencia ha dejado plasmadas en toda tu presencia, palabra abierta y omnisciente.

Que nunca se me pierda, pediría, de la memoria, la epifanía del primer contacto, del suave impulso de mi índice húmedo en el tibio rocío de entre tus labios, de tus hojas que en la entrega se abren para contarme cosas, para mostrar la ciencia, el misterio del amor y sus desdichas. Memoria corporal, como si fuera de papel, para guardar por siempre tus mensajes, envolverlos y construir mi vida ante el nuevo contacto, nueva lectura de tu superficie llena de letras, palabras y silencios.

Desearía tener en el olfato tus olores, de árbol seco, de lejano polen impregnado entre tus folios, de eterna flor de negros y rizados pétalos aprisionada al centro de tu cuerpo. Retener en cada inhalación el olor a sándalo, cedro o pino que descubro cuando recorre mi nariz al borde de cada uno de sus lomos, empastados tomos en sedosas telas. Ese ligero polvo con que impregnan el aire cuando las tomo suavemente, una a una, al colocarlas y abrirlas al borde de la cama, entonces… invariablemente saber de quien se trata. No necesitar luz para alumbrarte, que baste con el destello luminoso de mi vista, mi olfato y de mi tacto, cogerte de cualquier parte y descansar en ti, en tu palabra. Abrirte in media res y empezar a aprehenderte en cualquier parte.

Poner el oído en tu superficie y que baste el dato que registro en el tímpano para saberte, para con los latidos de tu vida saber quién eres, de qué hablas, cómo haces el amor y lo deshaces sin preguntarte acaso nada, porque te he poseído hace ya tiempo. Desde la adolescencia, tal vez desde la infancia, escucho el tam tam in crescendo de tu materia viva y avivada.

Que la huella que ha dejado mi saliva en tu ángulo inferior derecho no sea señal de pertenencia, mas sí de tu recuerdo de mi boca. Que todos sepan que pegué mi lengua en tu cuerpo, en tus folios, de espacios abiertos y uno a uno fui deshojando tus secretos, tus pétalos de ala mariposa.

Equipo ODAs Español

sábado, 15 de mayo de 2010

Ejercicio Escolar III

(Uso de la g y la j)

Hijo
junto a tus ojos me sentí ajeno
entre tus ramas
-junto a tus hojas-
me faltó oxígeno

Engendré frutos:
ajeno
berenjenas
jícamas
y ejotes, por qué no

El nuevo paisaje
mi rostro aguijoneó
entonces dije:
jamás dejaré de ser
-por tu vida-
un guerrero
aunque me despojen
de mi aguijón de verbo
y la gente me vea
                     mudo
                          desolado
                                estúpido
                                         yermo

domingo, 2 de mayo de 2010

Saber lo que es la Letra de Judith Kalman

Saber lo que es la Letra

Una experiencia de lectoescritura con mujeres de Mixquic. Kalman, Judith
Jessica Adriana Jorge Mauricio
El texto es una investigación realizada durante algunos años sobre las mujeres de una localidad llamada Mixquic, se inicia con el interés de dar respuesta a preguntas tales como:

¿Cuáles son las prácticas de lengua escrita identificables en los diferentes espacios locales?

¿Cuáles son las prácticas de lengua escrita que las mujeres valoran y desean aprender?

¿Cómo vinculan las mujeres su conocimiento del mundo social con el mundo de la lengua en diferentes contextos comunicativos?

En la primera parte del libro se exponen las herramientas teóricas: nociones, concepciones e ideas, así como la metodología de dicha investigación. Dentro de este apartado se resalta la diferenciación entre disponibilidad y acceso.

Disponibilidad – dice Kalman- denota la presencia fija de los materiales impresos, la infraestructura para su distribución (bibliotecas, revistas, diarios, etc), por otro lado acceso se refiere a las oportunidades para participar en eventos de lengua escrita, situaciones en las cuales el sujeto se posiciona vis-a-vis con otros lectores y escritores, y a las oportunidades y modalidades para aprender a leer y escribir.

Posteriormente empieza a dar respuesta a las preguntas que originaron la investigación, destaca a Mixquic como un lugar para leer y escribir. Kalman revisa sucesos históricos (de 40 años atrás a la fecha), mediante la utilización de encuestas y entrevistas a las mujeres de la comunidad, para explicar el crecimiento de la cultura escrita que de forma paulatina ha aumentado hasta obtener el lugar que tiene, todo este crecimiento a partir del surgimiento y desarrollo de espacios para la lectura y escritura, y de la presencia creciente de materiales impresos.

Asimismo, se examinan las vías y modalidades de apropiación de la lengua escrita, que se ubican y clasifican los materiales impresos presentes en el medio.

Por otra parte la autora explica como las encuestas le permitieron saber que las modalidades de adquisición de los materiales impresos son tan variadas como los propios materiales. Una vez que explica la disponibilidad de los materiales, explica el acceso a estos mediante el análisis de las practicas de lectura más comunes, estableciendo una diferencia entre el conocer el material y su lectura.

La autora menciona también que “Alfabetizarse, en un sentido amplio implica tomar parte en situaciones generadoras de lectura y escritura donde estas prácticas se movilizan y se emplean. Las mujeres participantes en el grupo de estudio conocen y participan con diferentes niveles de destreza en las prácticas locales; muchas de ellas, aun si, consideran que no saben leer y escribir y desean enriquecer su conocimiento y sus prácticas”.

Surge entonces la idea de crear espacios generadores para leer, escribir y ampliar las oportunidades de participación, la cual se centra en la experiencia educativa que las mujeres de esta localidad obtuvieron durante la investigación. Kalman dice “A través de su participación en esta experiencia las integrantes construyeron un nuevo espacio social con sus vecinas y tuvieron la oportunidad de participar en actividades nuevas: la lectura de libros, escritura de textos, el análisis de situaciones locales, discusión de temas culturales, exploración de dilemas éticos y morales”.

El recorrido que la autora no lleva a hacer es con la finalidad de presentarnos la conclusión sobre las formas de aprendizaje de la lectura y escritura.

Kalman argumenta “Además de aprender a leer y escribir, las señoras aprendieron también que el esfuerzo colectivo, la solidaridad, el compromiso y la participación directa en diferentes aspectos de un programa de estudio son valiosos y poderosos recursos para la educación”.